domingo, 13 de diciembre de 2015

La capilaridad


La capilaridad es una propiedad física de los líquidos que hace posible que puedan avanzar a través de tubos minúsculos ( incluso menor que 1 milímetro) siempre y cuando el líquido se encuentre en contacto con las paredes del capilar y estas paredes estén lo suficientemente juntas, es decir, a menor diámetro, mayor altura alcanza el líquido en el capilar.

Se aprecia por ejemplo, con un trozo de papel absorbente (una servilleta en un vaso de agua), al instante, el líquido asciende por el papel. O un terrón de azúcar con el café. El azucarillo comienza a colorearse. 

Esta propiedad permite al agua ascender a través de las capas del suelo a las plantas, es encontrada por las raíces de las plantas, siendo absorbida por unos pelillos que tienen las mismas, hasta sus y hojas y flores, o  en los animales circule la sangre por todo el organismo.







Todas las moléculas de agua son iguales, tienen las mismas propiedades, lo que permite que estén juntas, se atraen entre sí.
(ejm. todas las moléculas de un vaso con agua), a esto se le llama fuerza de cohesión o intermolecular.

La cohesión hace que en la superficie del agua se forme lo que parece una piel o  corteza, a este efecto se le llama tensión superficial.




Pero las moléculas de agua pueden sentir más fuerza de atracción, por otras moléculas, por ejemplo, por las moléculas de vidrio de la superficie interior del tubito, digamos que las moléculas del agua "trepan" por la superficie de vidrio.

El agua se paga a sí misma  COHESIÓN,  también a todo lo que ve, ADHESIÓN.

La mayor fuerza de atracción de las moléculas de agua por otros materiales, es lo que hace que el agua moje.



¿Quieres experimentarlo?

Con este experimento tan sencillo, los niños descubrirán que el agua puede ascender debido al fenómeno de la capilaridad, también llamada acción capilar.


Materiales:

  • Dos vasos de plástico.
  • Agua.
  • Colorante.
  • Papel de cocina.

Procedimiento:

  1. Llena un vaso de agua hasta la mitad o más.
  2. Añade colorante, acuarela, témpera..., para dar color al agua y que el experimento sea más vistoso.
  3. Retuerce un trozo de papel de cocina.
  4. Conecta el vaso lleno y el vacío con el papel de cocina. El papel de cocina debe llegar hasta el fondo de los vasos.
  5. Espera varias horas, vete observando de vez en cuando.

¿Puedes explicar lo que ha sucedido?